‘La Persistencia de la Memoria‘ es una de las obras más icónicas del artista español Salvador Dalí. Y si visitas Nueva York, es obligado acercarse al MOMA para ver esta pieza (además del resto de excelentes y grandes obras que alberga este museo).
Pintada en 1931, los relojes blandos y derretidos que se deslizan sobre una superficie desértica en este cuadro han sido objeto de numerosas interpretaciones y se han convertido en un símbolo de la influencia del tiempo en nuestra percepción de la realidad.
Según Dalí, la inspiración para la obra provino de su propia experiencia de la naturaleza subjetiva del tiempo y de la forma en que los recuerdos pueden desdibujarse con el paso del tiempo.
‘La Persistencia de la Memoria’ es una obra maestra del surrealismo que ha capturado la imaginación de generaciones de espectadores. Su imagen icónica de relojes blandos y derretidos sigue siendo un símbolo poderoso de la forma en que nuestros recuerdos y percepciones pueden cambiar y distorsionarse con el paso del tiempo.
Después de contemplar este cuadro, sólo podrás repetirte: «Dalí, siempre Dalí».
